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in Revista Chilena de Antropología
En Venezuela era psicóloga: des y reprofesionalización de psicólogas(os) venezolanos en Buenos Aires
Resumen:
Como parte de un proyecto centrado en políticas públicas vinculadas al acceso al trabajo de migrantes venezolanas/os en Argentina, este artículo propone indagar los modos en que las dificultades de inserción laboral de psicólogas/os en la Ciudad de Buenos Aires configuran las construcciones identitarias en torno a su profesión. De este modo, a partir del trabajo etnográfico realizado en una organización de psicólogas/os venezolanas/os, abordaremos las narrativas acerca de su proceso de desprofesionalización y el resquebrajamiento de la identidad ocupacional debido a obstáculos vinculados a la falta del reconocimiento de sus credenciales académicas, los escollos para una inserción laboral acorde a sus calificaciones y la desvalorización de sus saberes para insertarse a un campo disciplinario en la Argentina, que dispone de una larga tradición teórica distinta de la que predomina en el país de origen. Asimismo, examinamos estrategias de “reprofesionalización” encaradas por psicólogas/os migrantes.
INTRODUCCIÓN
“Yo ya venía con un tema, que es el tema de la desprofesionalización, ¿no? de sentirme no validada en el aspecto profesional y cosa que para mí era muy importante porque me he identificado mucho con ella, ¿no? [...], entonces ya yo venía con una cosa de sentir que hay que probar, parece que hubiese que probar que sí soy buena”.
Esta es la forma en que Paola, una psicóloga venezolana residente en Buenos Aires desde 2015, introduce en su relato acerca de su proceso de migración el tema de la desprofesionalización. Si bien posee una trayectoria en atención clínica con una perspectiva cognitiva-conductual y una formación humanista y gestáltica, además de contar con un posgrado en Psicoinmunoneuroendocrinología, desde su llegada al país ha debido incursionar en labores para las que no es necesaria su formación profesional, como la venta en comercios, la medicina china a domicilio y el cuidado de adultos mayores 1 .
Para ella, la “desprofesionalización” es un sentimiento que surge al enfrentarse a los obstáculos inherentes al proceso de convalidación de su título como psicóloga en Argentina. El procedimiento ha movilizado emociones relacionadas con la frustración y la culpa, sumadas a las implicancias que tiene en su identidad profesional la pérdida de su estatus como consecuencia de los años que llevó sin ejercer su disciplina y desarrollando tareas que no requerían la formación que adquirió en años de estudio.
En los abordajes sobre la cuestión de la “desprofesionalización” se plantea que la construcción de la identidad profesional implica una cimentación subjetiva ante los demás, donde entran en juego las creencias individuales, los valores y los imaginarios en torno a la profesión, así como los conocimientos y las experiencias previas ( Lasky , 2005 ; Stoll, 1999 ). Según Claude Dubar (2002), la identidad profesional implica ciertas formas socioculturalmente reconocidas de identificación en la esfera laboral como la apropiación de determinados rasgos comportamentales, en tanto que la identidad profesional se define por la posesión de "repertorios culturales interiorizados" que diferencian a un practicante de una disciplina de otros profesionales ( Rodríguez y Seda ,2013 ). La “desprofesionalización” se caracteriza como un proceso que implica un distanciamiento entre el campo disciplinar de formación del sujeto y su ejercicio laboral. Consiguientemente, sería producto de diversos obstáculos estructurales que imposibilitan la inserción en un empleo que corresponda a la profesión universitaria ( Cantillana y Portilla ,2019 ).
En lo que respecta a la conformación identitaria específica de las/os psicólogas/os, Fabiola Rodríguez e Ileana Seda (2012) analizan los modos en que la formación académica resulta clave en el proceso de constitución de la identidad profesional, especialmente, para una disciplina que cuenta con una pluralidad curricular de perspectivas teóricas y metodológicas. A su vez, los mecanismos en que este proceso se va asentando variarán en función de la trayectoria personal e institucional. En tal sentido, interviene el prestigio y la definición de lo legítimo, es decir, de aquellas perspectivas teóricas y actividades que tienen mayor grado de valoración entre quienes son parte del gremio ( Romo, 1996 ). Las labores vinculadas a la práctica clínica y las asesorías y capacitaciones empresariales - propias de la psicología laboral - son las más significativas dentro de la jerarquía profesional, en comparación con otras, como la docencia de Psicología, que es considerada una actividad “circunstancial, azarosa, a la que se llega sin aspiraciones o definición previa” (p. 382). Asimismo, Ruvalcaba Coyaso y Herrera (2013 ) destacan el papel que juega la interacción con la sociedad en la que las/os profesionales comienzan a asumir un rol específico y adquieren ciertos sentidos, expectativas y autoafirmaciones que las/os posicionan como profesionales con determinadas funciones.
Este artículo 2 indaga en los procesos de “desprofesionalización” que atraviesan las/os psicólogas/os venezolanas/os en Argentina, los factores que los provocan, así como las consecuencias que generan en dos dimensiones relevantes. Por un lado, nos centramos en las dificultades estructurales que enfrentan para insertarse en el mercado de trabajo argentino como profesionales 3 . Tomamos en cuenta las barreras de acceso al trabajo, que van desde los marcos que regulan la residencia en el país hasta las dinámicas propias del mercado laboral argentino, pasando por las normativas específicas que reglamentan el ejercicio profesional. Por otro lado, con mayor especificidad, prestamos atención a los procesos subjetivos que atraviesan los profesionales de la salud mental como resultado de su movilidad. En ese sentido, damos cuenta de los condicionantes que plantean las orientaciones teóricas predominantes en el campo de la salud mental en el país, tanto en los espacios de formación como en los de la práctica que inciden para que ese proceso de “desprofesionalización” se concrete efectivamente más allá de los obstáculos que presentan los marcos regulatorios.
En el caso de los migrantes venezolanos, el proceso de desprofesionalización resulta singularmente acentuado, en particular, en comparación con otros grupos migratorios en Argentina. En 2018 y 2019, el 58,9% de las radicaciones otorgadas a ciudadanos de ese origen correspondieron a personas con titulación universitaria, terciaria o de posgrado ( Dirección Nacional de Poblaciones, 2021). Por su parte, un informe de la OIM ( Mercer, 2019 ) señala que para 2017, cerca del 6% de las personas que habían iniciado el trámite de radicación en la Dirección Nacional de Migraciones ( DNM) se desempeñaban en una profesión asociada al sector de la salud. Entre éstas, el 26% manifestó poseer un título en psicología. En 2019 se contabilizaron 213 psicólogas/os venezolanas/os. El 28% de ellos tenía estudios de posgrado. En relación con sus trámites de radicación, el 24% contaba con residencia precaria, el 50% residencia temporaria, el 16% residencia permanente, y el 6% tenía la nacionalidad argentina. No obstante, datos recientes de un relevamiento obtenido de la Dirección Nacional de Migraciones que incluye los trámites de radicación iniciados por ciudadanos/as venezolanos/as entre 2015 y abril de 2023, revelan un número sustancialmente mayor, dado que registran 1.365 psicólogas/os ( Dirección Nacional de Migraciones, 2023).
Si bien los datos oficiales proporcionan un registro de las profesiones de quienes tramitan su regularización migratoria, no ofrecen información sobre la efectiva inserción laboral de quienes poseen un título universitario, es decir, si logran desempeñarse en su profesión o si se emplean o desarrollan actividades en áreas que no están vinculadas a su formación. Por esta razón, resulta pertinente analizar la relación entre los inconvenientes para obtener el reconocimiento de sus credenciales académicas, las diferencias en la valoración de los contenidos de su formación, los obstáculos en el acceso a oportunidades laborales y la reconfiguración identitaria que experimentan las/os psicólogas/os venezolanas/os producto del proceso de desprofesionalización. Este punto de vista permite conocer los sentidos y entramados que no suelen quedar registrados en la documentación pública ni en los datos estadísticos.
Ante este escenario, proponemos un recorrido inicial por las expectativas que giran en torno a su inserción laboral, en segundo lugar, nos detenemos en las barreras de acceso laboral en dos dimensiones, por un lado, analizando los marcos regulatorios con los que deben lidiar y, por el otro, en las características de las ofertas de trabajo para psicólogas/os. Seguidamente, indagamos en sus consecuencias en el ejercicio de labores no vinculadas a la salud mental. Por último, abordamos los modos en que surgen estrategias para iniciar un proceso de (re) profesionalización, por medio de espacios colectivos de psicólogas/os y empleos que permitan el desempeño de labores vinculadas a la salud mental.
METODOLOGÍA
La complejidad que ha adquirido en los últimos años el proceso migratorio ha hecho necesario adoptar un enfoque “situado” que permita a la investigación establecer un contacto cercano con los sujetos que experimentan dicho proceso 4 . Esto posibilita realizar un análisis profundo para comprender la dimensión simbólica y subjetiva de la migración (Ariza et al., 2015; Hirai, 2012 ). En esta línea, para explorar el resquebrajamiento y la reconfiguración de la identidad profesional de las/os psicólogas/os venezolanas/os hemos realizado trabajo de campo etnográfico, procurando abordar este proceso desde la perspectiva de los actores. Llevamos a cabo una labor de observación participante desde mayo de 2022 hasta septiembre de 2024 en los espacios de atención psicosocial del Programa de Bienestar Migrante, organizado por la agrupación de Psicólogos Venezolanos (PSICOVEN). Esta asociación, fundada en 2017, adopta un enfoque que caracteriza como “comunitario, intersectorial e intercultural” con el objetivo de garantizar el acceso de la población migrante y refugiada a servicios de salud mental y apoyo psicosocial. En ese sentido, PSICOVEN ha desarrollado una amplia gama de talleres virtuales que cubren una diversidad de ejes temáticos. Estos incluyen sesiones de bienvenida, talleres de escritura creativa, apoyo a migrantes con enfermedades graves, espacios dedicados específicamente a infancias, adolescencias y adultos mayores, así como talleres enfocados en la dimensión laboral. Entre estos, hemos participado principalmente en aquellos relacionados a la inserción laboral y el acompañamiento de mujeres migrantes.
Conjuntamente, realizamos seis entrevistas en profundidad a mujeres venezolanas profesionales de la psicología procedentes de distintas regiones y residentes en la Ciudad de Buenos Aires, de diferentes edades, con formación en varias corrientes de la psicología y experiencias migratorias específicas. Ello nos permitió obtener una perspectiva múltiple sobre su vida profesional y personal en su país de origen y en su proceso migratorio, además de vislumbrar la relación entre las expectativas previas sobre el lugar de acogida y las vicisitudes para su inserción sociolaboral. Las entrevistas constituyeron una herramienta valiosa gracias a la utilización de la noción de trayectoria laboral. Con ella hacemos referencia a los eventos suscitados en los "caminos ocupacionales" de las personas, en relación con los procesos de toma de decisiones y los contextos históricos y sociales de dichas trayectorias. Ello nos ofreció contar con una orientación diacrónica, procesual y dinámica de la vida laboral ( Muñiz Terra, 2012 ; Muñiz Terra et al., 2013). Esta herramienta teórico-metodológica, además de brindar un enfoque biográfico, nos permitió una organización, sistematización e interpretación de las experiencias migratorias durante un período específico. De esta manera, a partir de las entrevistas realizadas reconstruimos las trayectorias laborales de seis psicólogas venezolanas.
Para ahondar en las dinámicas del reconocimiento de las credenciales académicas, que es una de las dificultades que se mencionan con mayor frecuencia, tomamos registros de campo de dos talleres informativos sobre el proceso de convalidación de títulos universitarios organizados por la Asociación de Enfermeros Venezolanos en Argentina (ASOENVEAR) para profesionales migrantes de distintas disciplinas en Argentina en abril de 2023, y un taller dirigido principalmente a licenciados/as en Psicología gestionado por la agrupación de Psicólogos Venezolanos en Argentina (PSICOVEN) en mayo de 2023.
A su vez, registramos los testimonios orales de líderes y lideresas de organizaciones sociales venezolanas durante dos jornadas de la Reunión Científica "Movilidades regionales contemporáneas, el rol de las organizaciones de la sociedad civil y la política subnacional", organizada por el Instituto de Investigaciones Sociales de América Latina (IICSAL), que tuvo lugar en la sede de la FLACSO Argentina en julio y septiembre de 2022.
Con el fin de contrastar los datos obtenidos mediante las técnicas de observación participante y entrevista, el análisis sobre el trámite de convalidación de títulos universitarios se llevó a cabo utilizando una variedad de fuentes secundarias. Obtuvimos documentación oficial de la Dirección Nacional de Gestión Universitaria (DNGU) del Ministerio de Educación de la Nación, así como también resoluciones emitidas por entes ministeriales y universidades argentinas.
CONVALIDACIÓN PARA PSICÓLOGAS/OS VENEZOLANAS/OS EN ARGENTINA: DESAFÍOS Y ESTRATEGIAS
El estudio sobre la construcción de la identidad profesional de las/os psicólogas/os requiere considerar múltiples dimensiones de análisis. En primer lugar, a nivel micro donde surgen los procesos de subjetivación y las representaciones del otro; seguido por un nivel “meso”, en el que aparece la identidad colectiva gracias a distintas dinámicas sociales y, por último, el nivel macro que abarca aquellos factores políticos e ideológicos que influyen en la identidad (Carrasco et al., 2019). El análisis multidimensional demuestra que la construcción del yo está atravesada por distintas cuestiones, como el reconocimiento social del otro (Sibilia, 2013) y, a su vez, por los aspectos políticos y administrativos, como los trámites y la burocratización necesaria para avalar el ejercicio profesional. En especial, para una población cuya obtención de un título universitario y, posteriormente, de una certificación de posgrado es de suma relevancia.
Al migrar surge la necesidad de ratificar estas credenciales académicas por parte de las autoridades competentes en el país de acogida, lo que supone poner en juego y someter a escrutinio dichos saberes obtenidos a través de años de estudio. Los trámites necesarios para lograr esto pueden variar en complejidad, según el país de recepción y la profesión, pero en el caso argentino, solo el 28% de los profesionales de la psicología venezolanos 5 han iniciado el proceso de reconocimiento de sus estudios de grado ( Mercer, 2019 ). El bajo porcentaje de profesionales de la salud mental que ha comenzado el proceso se explica, como lo hemos registrado en el diálogo con psicólogas en entrevistas y en los espacios de encuentro y capacitación, por la existencia de diversos obstáculos que dificultan la concreción del trámite.
Antes de adentrarnos en los aspectos específicos relacionados con las/os psicólogas/os, es necesario plantear las situaciones que se presentan y hacen particular la experiencia de todas/os las/os migrantes venezolanas/os, sin importar el carácter de su profesión o nivel educativo. En un principio, las dificultades para la solicitud de la residencia temporaria y, por consiguiente, la obtención del Documento Nacional de Identidad (DNI) son el primer impedimento que incide en la integración laboral de las personas de dicha nacionalidad en general (Nicolao et al., 2022 ) y limita sus posibilidades de reconocimiento de estudios previos.
En tal sentido, la ausencia del DNI representa un obstáculo inicial al momento de empezar el trámite de convalidación de títulos universitarios, dado que los requisitos fundamentales incluyen la posesión de documentación de identidad tanto del país de origen como de Argentina. A pesar de que la Dirección Nacional de Gestión Universitaria (DNGU) - ente que valida y reconoce títulos universitarios emitidos en el extranjero - permite presentar documentación vencida, adjuntando una carta explicativa detallando las razones por las cuales el solicitante no cuenta con su identificación vigente, las personas migrantes venezolanas se encuentran con otro escollo al no tener, en algunos casos, el sello de ingreso al país en el pasaporte. Una de las causas más comunes, particularmente para quienes tienen menos tiempo de estadía, es que ingresaron en el contexto de pandemia, en el cual el Estado argentino cerró las fronteras terrestres, obligando a muchas personas a ingresar al país por pasos no habilitados.
Para comenzar el procedimiento de reconocimiento de títulos universitarios en Argentina, los ciudadanos extranjeros deben acceder al trámite de reválida o convalidación 6 . Por medio de las resoluciones 3720-E/2017 (2017) y 230-E/2018 (2018), el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología otorgó facilidades a los nacionales venezolanos para acceder directamente al procedimiento de convalidación. De este modo, para iniciar el trámite, los solicitantes deben contar previamente con ciertos requisitos que comprueben su identidad y la legitimidad de sus credenciales académicas. Entre ellos, destacan: cédula de identidad y pasaporte del país de origen, Documento Nacional de Identidad (DNI) argentino, título universitario debidamente apostillado 7 , notas certificadas, programa de estudios sellados y firmados por la institución educativa del país de origen, certificado de la carga horaria en horas-reloj, carta de convalidación y carta de resolución. Esto pone en evidencia numerosas cuestiones: la barrera inicial sigue siendo la falta de documentación de identidad del país de origen por diferentes razones. En primer lugar, pueden tener la documentación vencida 8 y la Embajada de Venezuela en Argentina no expide la cédula de identidad. Aun cuando se pueda solicitar la renovación del pasaporte, esta opción tiene un costo de doscientos dólares americanos (U$D 200,00) que debe pagarse con tarjeta de crédito internacional al inicio del trámite ( Embajada de Venezuela en Argentina, s.f), y un adicional de ochenta dólares americanos (U$D 80,00) en efectivo al momento de retirar el pasaporte. Además de los altos costos del pasaporte, el trámite puede demorarse un año y está centralizado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde está ubicada la sede consular. ( Figura 1 ).
A su vez, los obstáculos del país de origen no solo se limitan a la documentación identitaria, sino que también están relacionados con la ausencia de certificados que confirmen la tenencia de un título universitario. Estos escollos surgen de diversas fuentes. Por un lado, existen trámites engorrosos y problemas burocráticos en los ministerios venezolanos para realizar la legalización y la apostilla de la Haya, tal es el caso del colapso del sistema o la falta de servicios como la electricidad para realizar el procedimiento. Por el otro, se evidencian dificultades desde las instituciones universitarias. Además de la falta de legalización y apostilla del título, la principal barrera tiene que ver con la ausencia de programas/pensum de estudios, esto debido a varios factores: a) la universidad cerró por la crisis económica, dejando a sus graduados sin la documentación necesaria como los programas de estudio y los certificados analíticos o, b) la universidad actualizó su pensum de estudios y los solicitantes nunca pidieron su programa al momento de graduarse. En ocasiones, las personas no tenían conocimiento de que debían legalizar y apostillar sus títulos para ser reconocidos en Argentina.
En relación con esto, hay documentos exigidos desde la DNGU que no son emitidos por instituciones venezolanas, por ejemplo, el informe de acreditación de la universidad y el informe de acreditación de la carrera. Si bien no es un impedimento para continuar con el trámite, dado que se puede adjuntar una carta explicativa justificando que en Venezuela no se dispone de dicha documentación, en sus testimonios, las/os psicólogas/os consideran que esto resulta un obstáculo que extiende los tiempos de finalización del trámite, especialmente, en comparación con los lapsos temporales de los procesos de convalidación de otros colectivos migrantes, cuyos países sí cuentan con la acreditación de sus casas de estudio.
Adicionalmente, el proceso de convalidación de títulos en Argentina es completamente virtual y se lleva a cabo por la Plataforma de Trámites a Distancia (TAD) 9 . Esto implica que los solicitantes deben tener acceso a internet y contar con un dispositivo móvil, ya sea una computadora o un teléfono inteligente, para iniciar el trámite. Además de las brechas digitales para el acceso de las personas migrantes, es un motivo de rechazo o solicitud de subsanación para las/os psicólogas/os venezolanas/os el no contar con la documentación correctamente digitalizada o en baja resolución. Además, el sistema requiere que los documentos adjuntos no superen los 20 MB y muchas personas desconocen los métodos para comprimir los archivos, por lo que terminan anexando versiones de baja calidad.
Después de iniciado el trámite y adjuntada toda la información requerida, la DNGU demora entre 30 y 60 días aproximadamente en emitir una respuesta sobre su avance. Luego, el solicitante debe seleccionar una universidad para continuar su procedimiento. Actualmente, las universidades con las cuales existen experiencias de acuerdo a la Resolución 230-E/2018 y 232-E/2018 y que dan la carrera de Psicología son la Universidad de Buenos Aires (UBA), Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Universidad Nacional de Rosario (UNR), Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP). Según datos proporcionados por la agrupación PSICOVEN , el 56% de sus miembros eligen la UNLP, mientras que el 45% la UBA, 1% la UNC, 1% la UNMdP y 0,2% la UNR.
Además de los variados costos que exigen las diferentes universidades 10 , los profesionales de la psicología deben enfrentarse a una diversidad de métodos de evaluación en relación a los programas y reglamentos de cada institución. La Universidad Nacional de la Plata (UNLP), ofrece una modalidad de estudios en línea con una duración aproximada de un año y medio a dos años para completar la convalidación. Un conjunto de docentes evalúa los programas del solicitante y le explica el proceso de evaluación. En este caso, los profesionales no tienen que cursar materias, sino que deben estudiar ciertos contenidos de algunas asignaturas y entregar trabajos finales. Estos contenidos pueden variar en función de las especialidades de las/os solicitantes. Un punto importante a considerar es la relevancia de tener en cuenta los campos de estudio de la Psicología en Argentina en comparación con Venezuela, en particular, porque las/os psicólogas/os venezolanas/os tienen trayectorias diversas. Por ejemplo, un psicólogo industrial puede enfrentar mayores dificultades o no poder convalidar sus estudios en una universidad con un perfil clínico psicoanalítico. Las principales problemáticas en la realización de los trabajos finales están vinculadas, precisamente, con la necesidad de llevar a cabo análisis exhaustivos y el desconocimiento de algunos contenidos que no son impartidos en Venezuela, como Historia de la Salud Pública o Ética Profesional en Argentina.
La experiencia en la Universidad de Buenos Aires (UBA) varía en tanto requiere la asistencia presencial y tiene una duración de uno a tres años. En este caso, el dictamen final para la convalidación suele requerir cursar 10 materias, realizar una tesis y un examen de competencias. Según los testimonios recabados, el examen final puede ser ambiguo en relación a la temática a escoger. Si bien es una universidad que cuenta con un prestigio en la región, los trámites de convalidación tienen mayores complicaciones que el resto de universidades.
En lo que respecta a la Universidad Nacional de Rosario (UNR), la convalidación es online y tiene una duración de un año y medio a dos. Consta de la realización de un trabajo sobre un tema asignado, que implica la lectura de distintos textos, en particular, del desarrollo de la psicología en Argentina, artículos y leyes. Al culminar este procedimiento, las autoridades pautan una entrevista en línea para evaluar la defensa de dicho trabajo.
Si bien encontramos testimonios en los que varía la cantidad de años para culminar el procedimiento, el nivel de exigencia del dictamen final, es decir, el número de materias que tienen que convalidar y los contenidos, estará determinado en función del diseño curricular de la universidad donde el solicitante haya estudiado en Venezuela. Además, es común escuchar que “cada proceso es individual”, dando cuenta de la “asistematicidad” del trámite ( Ibarra y Fischman , 2023), no solo en la última etapa relacionada a la elección de la universidad, sino también durante la gestión de la DNGU.
Sumada a las dificultades planteadas a quienes sí poseen consigo su título universitario, la barrera que presenta el escollo más significativo y con mayores impedimentos para subsanar en cuanto a la identidad profesional, es la pérdida del título, ya sea por extravío, robo o secuestro. Esta puede haber ocurrido debido a una modalidad de robos y secuestros de títulos universitarios que comenzó en Venezuela tras el aumento de la emigración con el propósito de extorsión, exigiendo altas cantidades de dólares para su devolución (Diario de las Américas, 2015) o bien, en robos o hurtos perpetrados durante los viajes terrestres hacia los países de destino. A eso se agrega la imposibilidad de reemplazarlo, dado que en Venezuela no se emiten duplicados del diploma de grado.
“SIN EL TÍTULO PROFESIONAL, ¿QUIÉN SOY?” TRAYECTORIAS LABORALES PREVIAS Y SU IMPACTO EN EL PROCESO MIGRATORIO
Después de analizar los escollos administrativos y burocráticos que surgen tanto en el país de origen como en el de recepción para el proceso de convalidación de títulos de las/os psicólogas/os venezolanas/os, resulta fundamental conocer la incidencia de este trámite, no solo en la obtención de una matrícula profesional para su inserción laboral, sino también en el reconocimiento del sujeto como profesional. A partir de este contexto, este apartado centra la mirada en la dimensión subjetiva, mediante las trayectorias laborales de seis psicólogas: Daniela, Adriana, Alma, Paola, Ángela y Coromoto. El número de mujeres migrantes venezolanas que desempeñan labores de salud mental es una faceta más de la feminización de las migraciones cuyas características generales para las movilidades regionales vienen siendo analizadas por diferentes autoras (véase Courtis y Pacecca, 2010; Magliano, 2017 ; Mallimaci, 2016 ; Pedone, 2005 ; Pedone y Gil Araujo , 2008). Por ende, este fenómeno adquiere características particulares en este colectivo y, en particular, en esta profesión dado que el 78% de los profesionales venezolanos de la salud mental que señalaron haber iniciado su trámite de radicación en la DNM son mujeres 11 ( Mercer, 2019 , p.53). Este dato es similar a la proporción de profesionales de la salud mental mujeres en Venezuela. Para 2014 había 14 mil profesionales de la psicología en Venezuela, es decir, 51 psicólogas/os por cada 100.000 habitantes, de las cuales el 80% eran mujeres (Canga y Yárber, 2015).
Daniela. Es una psicóloga de 33 años originaria de Valencia, Venezuela. A pesar de que su primera opción era estudiar Comunicación Social, el cese de la concesión por parte del Estado al canal televisivo RCTV que condujo a su cierre, la llevó a decidir estudiar una profesión relacionada con la salud mental. Trabajó como psicóloga organizacional en una empresa transnacional y, además, tenía un consultorio donde ofrecía atención clínica en la misma compañía donde trabajaba. Detuvo la consulta clínica después de verse afectada emocionalmente por brindar ayuda psicológica a personas perseguidas políticamente. En el contexto de crisis socioeconómica y por miedo a ser víctima de un secuestro en Venezuela, decidió migrar a Argentina en 2014, debido a las facilidades para los trámites de residencia y a las posibilidades para costear su posgrado.
Adriana. Es una psicóloga de 50 años, con orientación en clínica dinámica, en la Universidad Central de Venezuela (UCV), y cuenta con experiencia como analista junguiana. Además de trabajar en la atención clínica en dos consultorios privados, ocupaba el cargo de coordinadora de la carrera de Educación Inicial en un prestigioso colegio universitario en Caracas. A su vez, se desempeñó como directora del servicio de atención psicosocial y como docente en la misma casa de estudios. Posee experiencia en la prevención de violencia de género y brindaba asesoría a empresas del sector de las tecnologías de la información. Desde una perspectiva psicológica, trabajaba en outsourcing y selección de personal. En 2015, decidió migrar a Argentina debido a la situación económica y, especialmente, al miedo a la violencia, los secuestros y a un robo que vivió en Caracas. Al llegar, inició un posgrado en Psicoanálisis en la Universidad de Buenos Aires (UBA), pero no le agradó el programa y decidió cursar otro posgrado en Neurociencias en la Universidad de El Salvador.
Alma. Es una psicóloga y psicoanalista de 33 años, nacida en Caracas y graduada de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Tras finalizar su formación, trabajó en espacios hospitalarios, especialmente, en el Hospital Psiquiátrico de Caracas. Aunado a esto, ofreció atención clínica privada, trabajó en un Centro de Planificación Familiar y ejerció como docente en su alma mater. Además, estaba realizando un Doctorado en Ciencias Sociales y Psicoanálisis. Debido a la situación crítica en Venezuela y a razones de índole personal, tomó la decisión de planificar su partida durante tres años. En primer lugar, migró a Perú y, finalmente, decidió trasladarse a Argentina en 2018.
Paola. Es una psicóloga de 30 años que vivió en Aragua, Venezuela. Estudió en la Universidad Bicentenaria de Aragua (UBA), con un enfoque en la corriente cognitivo-conductual. Además, ha recibido formación en Gestalt y ha adquirido una perspectiva humanista, gracias a su práctica de medicina china. Trabajó en un centro de salud integral que dirigía junto a sus padres, donde ofrecían talleres, terapias alternativas y yoga. Tras finalizar sus estudios, comenzó sus pasantías en el Hospital Central de Maracay, donde atendía a pacientes con patología mamaria y también tenía un consultorio privado. En 2015, migró a Argentina con el objetivo de cursar una Maestría en Psicoinmunoneuroendocrinología, dado que era uno de los pocos lugares en la región donde se impartía dicho programa.
Ángela. Es una psicóloga de 40 años. Nació en la ciudad de Mérida, Venezuela. Realizó estudios en psicología en la Universidad de Yacambú (UNY) con orientación a la clínica cognitiva conductual. Su trayectoria académica también abarca estudios avanzados en Psicoterapia Gestalt, Danza Movimiento Terapia y Psicodrama. En su país de origen se desempeñó durante 10 años en el sector de arquitectura por su doble titulación. En 2013, tras obtener su grado en psicología, tomó la decisión personal y profesional de migrar a Argentina, impulsada por su deseo de estar con su pareja.
Coromoto. Es una psicóloga de 51 años, originaria del Distrito Capital, Venezuela. Cursó la carrera de psicología con una perspectiva cognitivo conductual en la Universidad Central de Venezuela (UCV). Además cuenta con formación en Gestalt, psicoterapia y un posgrado en Recursos Humanos. Tiene una amplia experiencia laboral en el reclutamiento y selección de personal tanto en el sector público como privado; así como también en la atención clínica y la docencia. En 2018, motivada por la situación política y social en su país de origen, tomó la decisión de migrar a Argentina.
En aras de la claridad expositiva, si bien hemos descrito las seis trayectorias laborales de manera individual, a continuación, presentaremos los relatos construidos a partir de las entrevistas de forma articulada. De esta forma, daremos cuenta de los modos en que las experiencias dialogan e interactúan en relación a las expectativas sobre su acceso laboral, la relevancia de los estudios de posgrado, el ejercicio de labores no vinculadas a su profesión y las estrategias de (re)profesionalización.
ENTRE LAS EXPECTATIVAS Y LOS IMAGINARIOS SOBRE LA INSERCIÓN LABORAL
Antes de la experiencia migratoria, surgen expectativas sobre los procesos de integración socioeconómica en el país de acogida, que están influidas en gran medida por las trayectorias laborales previas. Es notable que los recorridos de las entrevistadas están fuertemente marcados por una amplia experiencia, no solo en el área de atención clínica, sino también en otros campos laborales que ofrece el trabajo como profesional de la salud en Venezuela. En relación a esto, Adriana destaca que las ideas que tenía previamente sobre la práctica de la psicología en Argentina no coinciden con lo que encontró, especialmente, en lo que concierne a los escollos para la convalidación de su título universitario.
“Yo pensaba que era mucho más fácil, realmente a los psicólogos nos lo han puesto muy difícil, lo padecí y lo he sufrido muchísimo porque te ponen unas 15 materias que ya viste, y
te ponen un poco de obstáculos, te hacen pagar una cantidad enorme en la universidad para que tú puedas hacer la convalidación y además de la tesis” (Adriana, comunicación personal, 14 de septiembre de 2022).
Adriana señala que el campo de trabajo vinculado a la psicología en Argentina es mucho más cerrado porque “el psicólogo cuida más su cerquita”. Adicionalmente, considera que hay más trabas a la hora del ejercicio profesional, debido a las problemáticas del reconocimiento de estudios. Ante esto, empezó a llevar a cabo labores de acompañamiento y cuidado de adultos mayores.
“Mira, el primer año fue un año de mucho sufrimiento y suplicio (risas), te lo juro [...] fue un año muy difícil y yo me acuerdo que yo decía “yo me tengo que devolver a Venezuela, yo lo voy a hacer” (Adriana, comunicación personal, 14 de septiembre de 2022).
Luego de los obstáculos para insertarse en su profesión, Adriana decidió seguir en Argentina. En los últimos cuatro años se ha desempeñado en tareas de integración escolar y acompañamiento terapéutico debido a que eran las actividades más vinculadas al ejercicio de su práctica psicológica que podía ejercer sin matrícula profesional 12 .
“Empecé a mirar las cosas desde otro lugar, ya para diciembre del 2016 empezaron las cosas a cambiar un poco, tuve una pareja argentina, las cosas también comenzaron a fluir de otra manera ¿sí? empecé como a integrarme a este país [...] como que uno empieza a evolucionar desde otro lugar que es lo emocional. [...] Por otro lado, tuve muchos años de análisis y practico meditación budista” (Adriana, comunicación personal, 14 de septiembre de 2022).
Es importante señalar que la tarea de integración escolar no se circunscribe únicamente al ámbito de la psicología. Por medio de talleres especializados para acompañantes terapéuticos, profesionales de otros campos como la educación y el trabajo social tienen la oportunidad de adquirir las habilidades necesarias para ejercer estas funciones. Este escenario introduce una problemática de desprofesionalización por el hecho de involucrar el trabajo en una ocupación que puede desempeñar alguien que no cuente con la formación profesional de un psicólogo. Además, esta situación contribuye a la precarización del empleo, como lo reflejan los testimonios recogidos en entrevistas, señalando que generalmente no se trata de posiciones permanentes, sino que se remuneran bajo el régimen de monotributo. Además, las profesionales manifiestan disconformidad dado que consideran que ejercer como integradoras escolares no corresponde con sus aspiraciones profesionales, sus estudios de posgrado y sus trayectorias anteriores en áreas como la de recursos humanos o la de atención clínica.
Las vicisitudes correspondientes a las diferencias entre las expectativas y la constatación concreta del proceso de inserción en el mercado laboral generan sensaciones subjetivas vinculadas al “sufrimiento” y la “frustración”. No obstante, los testimonios permiten dar cuenta del desarrollo de estrategias para lidiar con la “desilusión” de no poder insertarse en un empleo que corresponda a sus trayectorias anteriores, como lo son la terapia psicológica, las prácticas relacionadas a la meditación y el acompañamiento de diversas redes de apoyo: amistades, familiares y parejas. Asimismo, se puede constatar cómo las expectativas varían en función de los tiempos de permanencia en el país de recepción y los procesos de integración de las personas migrantes, lo que les permite descubrir otras dimensiones subjetivas vinculadas a la “tranquilidad” y la “estabilidad”, que responden a una “evolución” de su reconocimiento profesional.
LOS ESTUDIOS DE POSGRADO
La culminación de los estudios de grado no resulta para las/os psicólogas/os venezolanas/os la última etapa de su formación profesional. Por lo tanto, la continuidad de sus trayectorias académicas y la obtención de un nuevo título, en este caso de posgrado, constituye un factor que incide en la construcción de una identidad profesional y de un estatus entre sus pares. Por esta razón, a pesar de las circunstancias socioeconómicas que influyen en su decisión migratoria, también surge la movilización por obtener una especialización profesional y actualizar los contenidos universitarios. La mayoría de las entrevistadas enunciaron que su migración estuvo marcada por un deseo de continuar sus estudios a nivel de posgrado. Esto da cuenta de la relevancia que toma dentro de las/os psicólogas/os venezolanas/os mantener, renovar y proseguir su proceso de profesionalización.
“Entonces dije Argentina, es muy fácil sacar el DNI, no es un trámite engorroso, puedo cursar el posgrado, no es tan impagable, la verdad fue probar suerte” (Daniela, comunicación personal, 22 de julio de 2019).
“Bueno, voy a hacer un posgrado, voy a ver qué ocurre y bueno…dependiendo de lo que ocurra vuelvo o no vuelvo, ¿sí?” (Adriana, comunicación personal, 14 de septiembre de 2022).
“Las expectativas que tuve estaban muy ideadas por los espacios de formación, o sea, de venir a formarme acá, o sea, empecé una maestría en Clínica Psicoanalítica Lacaniana” (Alma, comunicación personal, 23 de septiembre de 2022).
“Me vine a Argentina a los 23 que me gradué de psicología y apenas me gradué de psicología me vine a hacer la maestría acá con la intención de que “me voy a hacer la maestría y vuelvo”, o sea, no me vine pensando en migrar, por lo menos conscientemente” (Paola, comunicación personal, 24 de agosto de 2022).
“Fue de las primeras cosas que hice [...] como a los seis meses de haber llegado porque yo quería optar por una beca, por un posgrado” (Ángela, comunicación personal, 26 de septiembre de 2022).
En este punto, también se observa otro indicador de la desprofesionalización, en particular, en lo que respecta a los sentidos valorados académicamente en Argentina en comparación a Venezuela. El caso de Paola resulta llamativo, dado que durante el proceso de formación en una maestría para especializarse en Psicoinmunoneuroendocrinología experimentó una sensación de “ignorancia”, en comparación a sus colegas argentinos, sobre todo, porque el corte conceptual de los contenidos y autores abordados no coincidía con los de su formación previa.
“Otra cosa que es muy interesante que hablaba con otros migrantes que hacen maestrías acá es que uno se siente muy ignorante, ¿no? porque claramente tienen toda una vida leyendo sus libros y su forma de educarse y nosotros venimos con otro… y yo pensaba al principio que era yo la que era una ignorante, o sea, “ay, se acuerdan de tal libro y tal” y todos “ay, sí” y yo como ¡qué! Yo pensaba un poco…le echaba la culpa a la (universidad venezolana), como “¡qué universidad de verga!” y después me di cuenta que nos pasa a todos porque ellos tienen su propia educación porque leen sus propios libros y yo después les decía un autor que es súper famoso y ellos y que “¿qué?”, entonces yo “Ah, okey. No soy yo” (Paola, comunicación personal, 24 de agosto de 2022).
En este aspecto, el relato de Paola nos permite detenernos en distintas líneas de análisis. En primer lugar, destaca la necesidad de “demostrar” su pericia en materia de salud mental para obtener el “reconocimiento” de sus pares en una universidad argentina. También resalta el rechazo de la realización del trámite de reconocimiento de su título y las implicancias afectivas que supone dentro de su identidad profesional “perder el tiempo” en el procedimiento, así como la sensación de que la convalidación le limitaba de la posibilidad de realizar otros estudios de posgrado que pudieran contribuir, precisamente, a su formación profesional.
EL CAMPO LABORAL DE LA SALUD MENTAL
En lo que concierne al mercado laboral argentino en el campo de la salud mental, las entrevistadas señalaron la marcada predominancia de la perspectiva psicoanalítica en relación a otros enfoques como la Gestalt o el psicodrama. Es oportuno mencionar la diferencia teórica y cultural entre las corrientes predominantes de la psicología en Venezuela y Argentina. Aunque se constata una variedad de perspectivas, la especialidad teórica y práctica imperante en la formación de psicólogas/os venezolanas/os es el modelo cognitivo conductual que, según Rodríguez y Sánchez (1999 ), representa más del 90% de la investigación psicológica en Venezuela.
“En cuanto a pedir trabajo es que tienes que ser muy, y eso me lo enseñó mi amiga psicóloga, me dice, tienes que ir…o sea no pongas “terapia humanista, Gestalt”, no… o psicoanálisis o cognitiva…como…porque si no, no vas conseguir” (Paola, comunicación personal, 24 de agosto de 2022).
A su vez, esta diferencia teórico-práctica surge como un elemento adicional que tensiona subjetivamente el proceso de reconocimiento de títulos. En 2018, el Ministerio de Educación emitió una resolución para incluir a Venezuela dentro de sus acuerdos bilaterales para el reconocimiento de estudios universitarios. Fue en ese momento cuando Paola comenzó su proceso de convalidación. Luego de aprobar la primera etapa de evaluación de la DNGU, decidió continuar el trámite a través de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Allí le solicitaron aprobar trabajos escritos de cerca de 25 materias, un proceso que inició un mes antes del surgimiento de la pandemia por COVID-19. Además, el paradigma psicoanalítico era ajeno a los contenidos adquiridos en su formación académica y su práctica profesional en Venezuela.
“Para mí era probar cada materia que soy buena y que soy suficientemente buena y además otra cosa que lo… fue tan desafiante porque además busqué ayuda, busqué mucha ayuda porque es trabajo psicoanalíticos [...] entonces yo busqué ayuda, busqué profesores alternos, busqué amigos que ya lo hubiesen hecho, así fue todo, éramos varios, éramos 10 convalidándonos, nos ayudamos mucho entre todos [...] También como el sentimiento de que yo podría estar haciendo un doctorado, otra maestría, podría estar haciendo algo mejor que esto” (Paola, comunicación personal, 24 de agosto de 2022).
Al margen de las dificultades teóricas y administrativas del trámite de convalidación de títulos, el tiempo requerido para concretar el trámite es extenso. En este sentido, buena parte de las entrevistadas dedicaron como mínimo dos años en finalizar el procedimiento y no tuvieron dedicación exclusiva a dicho trámite. Por el contrario, la mayoría siguió ejerciendo labores no asociadas a la salud mental u otras ocupaciones vinculadas que no exigían matrícula profesional. Por ejemplo, Paola destaca que, durante el trámite de reconocimiento de su título, trabajaba en paradores de la Ciudad de Buenos Aires durante el aislamiento obligatorio. Este empleo dificultó arduamente su proceso de convalidación debido a las largas jornadas laborales y las complejidades para el estudio de una teoría psicoanalítica que desconocía.
EL DESEMPEÑO DE TAREAS NO PROFESIONALES
Los numerosos obstáculos a los que se enfrentan los profesionales de la salud mental venezolanos en Argentina en su proceso de convalidación, además de la falta de empleos relacionados con su formación por no contar con la matrícula y la incapacidad de alcanzar sus expectativas han impactado en sus subjetividades y autopercepción. En Argentina, los trabajos iniciales de todas las entrevistadas estuvieron marcados por la precariedad y la informalidad laboral, lo que ha provocado un alejamiento de su identidad profesional y una sensación de desconexión de su formación. En primer lugar, constatamos el sentido de la “desprofesionalización” en el desempeño de empleos no vinculados a la salud mental. Esto significaba un distanciamiento de sus capacidades y habilidades laborales. Por ejemplo, Paola estuvo “desconectada de la psicología” durante dos años, lo cual le impactó debido a que en Venezuela “vivía a full con mi psicología”.
La perspectiva interseccional, entendida como una propuesta teórico-metodológica para comprender las relaciones sociales de poder y los escenarios donde se producen las desigualdades, mediante un abordaje de las distintas personalidades y las clasificaciones sociales ( Magliano, 2015 ), nos permite dimensionar la noción de desprofesionalización. Para entender este proceso es necesario ponerlo en diálogo con la diversidad de sentidos de pertenencia a una clase social específica en el lugar de origen y destino. Para Pedone y Mallimaci (2019 ), la migración venezolana presenta dos tipos de procesos de “desclasamiento”, por una parte, en el origen que está anclado a la capacidad de consumo y las estrategias desplegadas por las personas en Venezuela para su supervivencia. Por otro lado, en destino, asociado al carácter de los empleos desempeñados y a sus condiciones laborales.
Un caso que pone de manifiesto esta cuestión es el relato de Daniela, quien después de dos meses de su llegada, solo pudo conseguir un empleo parcialmente formal 13 como cajera y encargada de tareas de limpieza en una tienda de zapatos. Este trabajo le causó un "choque" porque nunca antes se había desempeñado en el sector comercial y consideraba que había estudiado arduamente para obtener un empleo relacionado con su formación. Otra de las cuestiones que la afectó fue cambiar de un trabajo en un consultorio privado a uno que requería un mayor despliegue físico, dado que en la zapatería trabajaba extensas jornadas, incluso llegando a las 13 horas diarias y pasaba todo el tiempo de pie.
"Fue lo único que conseguí, la verdad, así que dije, pa´lante, vamos. El primer día lloré, creo que fue un choque. Primero porque fue un trabajo que nunca había hecho, no me molestaba realizar el trabajo, pero era todo lo que estudié, todo lo que me maté y no poder haber conseguido otro trabajo adicional [...] me shockee mucho cuando me dieron un pañito y me dijeron “bueno, la escoba y un pañito, barre y limpia”, como que tuve que tragar fuerte y bajar al baño. Pegué un par de lagrimones y me dije a mí misma, "cualquier trabajo dignifica" (Daniela, comunicación personal, 22 de julio de 2019).
Al igual que Daniela, Coromoto ha enfrentado numerosos obstáculos, los cuales pueden atribuirse en gran medida a una discriminación por edad. Inicialmente, se insertó laboralmente en el cuidado de adultos mayores. Luego, obtuvo un empleo en una empresa de limpieza, donde se le asignaron tareas de limpieza de baños. Esta experiencia resultó ser particularmente desafiante para Coromoto, quien experimentó un “quiebre emocional", debido a que dicha labor se distanciaba de sus expectativas profesionales.
"Yo entonces decía “¿Para qué estudié tanto?”, o sea, y empecé a ver el recorrido de todo lo que estudié en mi pregrado, en mi posgrado, toda mi formación, toda mi experiencia laboral, todo mi recorrido y yo lavaba los baños y lloraba y decía “¿por qué tengo que pasar por esto?” (Coromoto, comunicación personal, 20 de septiembre de 2023).
En la misma línea, la trayectoria de Alma muestra un impacto en su dimensión subjetiva producto de comenzar a trabajar con la venta de perfumes en su migración previa en Perú. Para ella este empleo representó una “caída narcisista” y una sensación de derrota por considerar no ser buena en dicho empleo. La experiencia adquirida en Perú fue de gran ayuda en la búsqueda de estrategias que le permitieran acceder al mercado laboral argentino. Sin embargo, su extenso bagaje académico y laboral en Venezuela se convirtió en un obstáculo en su búsqueda de empleo, dado que fue considerada “sobrecalificada”. Debido a esto, comenzó a omitir y eliminar ciertos elementos de su formación de su currículo para tener la oportunidad de encontrar un empleo.
“Mi currículum estaba…algo que me pasó en Perú que yo dije “aquí no vuelvo a hacer”, es que estaba muy por encima de lo que se pedía, entonces yo me iba mucho al trabajo, a lo que solicitaban y modificaba mi currículo en función de ese trabajo, nunca me llamaron por
currículum, por estas plataformas, de verdad que jamás fui llamada…de todo, metí de camarera, de vendedora, no me llamaron” (Alma, comunicación personal, 23 de septiembre de 2022).
En este aspecto, la omisión de la profesión también fue una estrategia adoptada por las psicólogas ante los continuos rechazos y estigmas asociados a sus cualificaciones, lo cual exacerbó su proceso de desprofesionalización. Alma relata que, cuando finalmente consiguió un empleo de limpieza de casas, no duró mucho tiempo debido la discriminación basada en su actividad profesional.
“Cuando se enteraban de que era psicóloga no me llamaban más, entonces yo preferí no hablar más “no, no, una señora”, bueno, está bien…me vi estigmatizada por allí, por mi carrera que es mejor no decirlo” (Alma, comunicación personal, 23 de septiembre de 2022).
“MI SALUD MENTAL ES GRACIAS A QUE MI VIDA SE DEDICA A LA SALUD MENTAL” ESTRATEGIAS DE (RE)PROFESIONALIZACIÓN DE LAS PSICÓLOGAS VENEZOLANAS
A pesar de las diversas experiencias ambivalentes que Paola vivió durante su proceso migratorio, su formación y su práctica en la psicología clínica la llevaron a detectar ciertos aspectos que requerían un tratamiento terapéutico para su gestión.
Mira, mi salud mental es gracias a que mi vida se dedica a la salud mental [...] A veces desesperación, era como no saber qué hacer, no saber qué decisiones tomar, no saber por qué caminos ir, entonces un poco de sentimientos de que estás perdido y para mí todo eso después, [...] terapia empecé en el momento de la convalidación fue que empecé más terapia (Paola, comunicación personal, 24 de agosto de 2022).
El testimonio de Paola entreteje las tensiones y repercusiones identitarias e, incluso, de salud mental que genera en las/os profesionales migrantes enfrentarse a las vicisitudes propias del proceso de reconocimiento de estudios. En tal sentido, frente a las situaciones que conducen al proceso de desprofesionalización, las psicólogas despliegan distintos caminos adaptativos. En investigaciones que examinan el carácter profesional de la migración venezolana, como el estudio de Sala (2019), se destaca un proceso de “reconversión laboral”. A través de este proceso de agencia, los migrantes de dicha nacionalidad participan en capacitaciones como alternativas para superar las dificultades de acceso al empleo, las limitaciones impuestas por la sobrecalificación y las diversas formas de vulnerabilidad laboral a las que se enfrentan. Por ejemplo, el estudio menciona mecanismos de formación a través de la educación a distancia, tales como el aprendizaje del idioma inglés o de lenguajes de programación mediante iniciativas estatales, así como métodos más autogestivos, como el aprendizaje a través de tutoriales en Internet.
A diferencia de esta noción, observamos que, en el caso de las psicólogas, emerge un proceso de reprofesionalización en el que no solo buscan estrategias para reintegrarse en ocupaciones relacionadas con su campo de estudio, sino que también recurren a espacios que les permiten evocar subjetivamente su identidad profesional. Por un lado, identificamos estrategias individuales, como la utilización de recursos propios de su profesión, como la terapia, y por otro, valerse de la acción colectiva creando espacios comunitarios que congreguen a los profesionales de la salud.
Dentro de los procesos migratorios, los sujetos comienzan a conformar distintas asociaciones y agrupaciones que varían en función del grado de la institucionalidad, los criterios de representación, las dinámicas internas y los modos de participación. Esta constitución colectiva les permite atender y responder ante las dificultades en los procesos de inserción de las/os migrantes, más aún cuando la conformación organizativa da cuenta de ciertas particularidades en la construcción de identidades, intereses y estrategias de interacción con actores sociales locales ( Caggiano, 2005 ; Mercer, 2019 ). En este aspecto, el proceso migratorio venezolano en Argentina ha tenido una marcada impronta por su carácter asociativo y gremial (Armas y Freitez, 2022). Los migrantes venezolanos se han congregado desde 2017 en asociaciones y agrupaciones en torno a profesiones, donde destacan las vinculadas a la salud, como los enfermeros, los médicos y los psicólogos. Además de las prácticas y los sentidos de lo relacional que están generalizados en la sociedad venezolana ( Ibarra, 2021 ), los propios migrantes de dicha nacionalidad se han agrupado en organismos que inciden en los procesos de inserción laboral desde diferentes estadios: en el periodo pre migratorio, el acceso a la residencia, la convalidación de títulos universitarios y la capacitación de sus connacionales que procuran la reprofesionalización ( Ibarra, 2023b ).
Dentro de estos colectivos, el armado de redes surge también en la agrupación de Psicólogos Venezolanos en Argentina (PSICOVEN), Además de constituir un espacio útil para la integración, resulta también un ámbito para evocar la identidad profesional de aquellos profesionales de la psicología que no han podido obtener el reconocimiento de sus credenciales académicas. En especial, por medio del programa de Bienestar Migrante, que fue creado en 2020 y es apoyado por organismos internacionales y organizaciones de la sociedad civil venezolana en Argentina. Su principal labor consiste en el apoyo psicosocial a la población migrante y en la oferta de capacitaciones mediante talleres gratuitos. En ellos, las/os psicólogas/os encuentran un espacio de reconocimiento y ejercicio en temas vinculados a su profesión.
Fue una manera de “aquí puedo ser”, de “aquí puedo hacer lo que amo”. Este es el lugar que encontramos para reencontrarnos con esa identidad y esa profesión, ¿no? [...], también gracias a eso tengo experiencia ¿no? Es como PSICOVEN fue la manera que encontramos, de continuar con esta profesión. Cada vez que iba a PSICOVEN decía: “sabes estoy haciendo lo que estudié y lo que me preparé y lo estoy poniendo en práctica y estoy haciendo experiencia y al final, estoy pudiendo ser lo que quiero ser” [...], en ese momento que hacíamos PSICOVEN éramos de nuevo psicólogas y psicólogos (Integrante de PSICOVEN , comunicación personal, 18 de agosto de 2023).
Por medio de estos espacios, las/os psicólogas/os venezolanas/os, quienes han encontrado numerosos obstáculos para el reconocimiento de sus títulos universitarios por instituciones argentinas, sí han podido obtener la certificación de sus saberes por parte de entidades internacionales. Adicionalmente, eso no solo ha significado la validación de sus conocimientos en relación a la atención en salud mental, sino también ha constituido para ellas un trabajo remunerado.
“En la (organización internacional) dictando talleres soy absolutamente útil, eso es un trabajo pagado, eso no es gratuito y además reconocen mi trabajo y mi experiencia profesional” (Adriana, comunicación personal, 14 de septiembre de 2022).
CONCLUSIONES
A lo largo del análisis pudimos constatar los modos en que la noción de “desprofesionalización”, entendida como el proceso que experimentan las/os psicólogas/os por no estar validadas a nivel profesional, tiene un impacto tanto en el ámbito laboral como en el subjetivo. Demostramos cómo las dificultades para convalidar los títulos universitarios dificultan el reconocimiento de las trayectorias académicas y profesionales de las entrevistadas. Esto no solo limita su acceso a empleos correspondientes a su profesión, sino que también inicia un proceso de resquebrajamiento de su identidad como psicólogas a nivel subjetivo. A través de las trayectorias laborales de Paola, Adriana, Daniela, Alma, Ángela y Coromoto podemos confirmar que la identidad profesional se construye a partir de ciertas creencias e imaginarios sobre sus carreras ( Lasky , 2005 ; Stoll, 1999 ). Estas ideas surgen de la internalización de ciertos “repertorios culturales” (Rodríguez y Seda, 2012) y los sentidos que las profesionales de la salud mental dan a sus títulos después de su formación universitaria y experiencia laboral en Venezuela, lo cual también ha influido en sus expectativas sobre su inserción laboral en Argentina.
En este sentido, desde un punto de vista teórico-metodológico, la noción de trayectoria laboral ha sido fundamental para comprender los procesos de construcción de la identidad profesional a lo largo de la historia biográfica de las psicólogas venezolanas. Es allí donde hemos observado cómo durante su formación académica y experiencia laboral en el país de origen, estas mujeres lograron consolidar una identidad profesional que varía en función de la trayectoria personal e institucional por la que cada una ha transitado. Si bien los recorridos de las entrevistadas son diversos en la medida en que muestran la formación en distintas corrientes teóricas de la psicología, la mayoría señala los modos en que el paradigma psicoanalítico predominante, no solo en la academia argentina, sino también en las ofertas laborales de atención clínica, ha reconfigurado su autopercepción e identidad por tener que “demostrar” constantemente sus saberes. De esta forma, constatamos cómo la profesión y su ejercicio sigue siendo parte del entramado de sentidos propios de la construcción identitaria de las psicólogas y cómo es relevante la existencia de un otro institucional para el reconocimiento de dichas trayectorias.
En este contexto, la discrepancia entre las expectativas y la constatación concreta del proceso de inserción en el mercado laboral conlleva una serie de repercusiones psicológicas, sociales, culturales y económicas. No obstante, hemos identificado estrategias implementadas para enfrentar estos efectos sobre su identidad. Dichos mecanismos pueden ser, por un lado, individuales y propios de la disciplina de las profesionales. Por otro lado, se facilita la práctica profesional mediante la realización de talleres de atención psicosocial e información sobre la convalidación de títulos para profesionales en psicología.
En resumen, la complejidad de las trayectorias migratorias de las psicólogas venezolanas en su inserción laboral está influenciada por los trámites burocráticos, las dinámicas del mercado laboral argentino, los paradigmas disciplinarios, sus identidades académicas y las redes que establecen con otros migrantes venezolanos y personas de nacionalidad argentina. Aunque las experiencias y los testimonios reflejan un proceso de desprofesionalización, también revelan cómo las psicólogas venezolanas, mediante estrategias individuales y colectivas, han encontrado caminos hacia la reprofesionalización. Dichas estrategias incluyen la terapia psicológica, la meditación y el establecimiento de redes de apoyo de amistades, familiares y parejas. Adicionalmente, han utilizado herramientas comunitarias, como la formación de agrupaciones, entre las que destaca PSICOVEN , que facilitan el armado de redes interprofesionales con enfermeros, médicos, kinesiólogos, entre otros, para superar los obstáculos administrativos y burocráticos que impiden el ejercicio de sus carreras. En palabras de una de las psicólogas, este proceso de reprofesionalización les ha permitido volver a “ser eso que siempre quisieron ser”.
Resumen:
INTRODUCCIÓN
METODOLOGÍA
CONVALIDACIÓN PARA PSICÓLOGAS/OS VENEZOLANAS/OS EN ARGENTINA: DESAFÍOS Y ESTRATEGIAS
“SIN EL TÍTULO PROFESIONAL, ¿QUIÉN SOY?” TRAYECTORIAS LABORALES PREVIAS Y SU IMPACTO EN EL PROCESO MIGRATORIO
ENTRE LAS EXPECTATIVAS Y LOS IMAGINARIOS SOBRE LA INSERCIÓN LABORAL
LOS ESTUDIOS DE POSGRADO
EL CAMPO LABORAL DE LA SALUD MENTAL
EL DESEMPEÑO DE TAREAS NO PROFESIONALES
“MI SALUD MENTAL ES GRACIAS A QUE MI VIDA SE DEDICA A LA SALUD MENTAL” ESTRATEGIAS DE (RE)PROFESIONALIZACIÓN DE LAS PSICÓLOGAS VENEZOLANAS
CONCLUSIONES